Corregiremos algunas cosillas antes de la publicación del relato definitivo mas que nada para evitar que su imaginación vaya por derroteros indebidos, debido a mi poca pericia como escritor.
- Los ojos de ella son negros, no son de color miel.
- El hall del hotel no es sencillo, todo lo contrario, aunque bueno a él como está metido dentro de la historia le puede parecer algo humilde.
- El tema de la cucaracha, aunque ha quedado bastante divertido, la mayoría de los lectores no se acuerdan de la primera escena de la historia y lamentándolo mucho será excluido.
- Ella no lleva ningún peinado, y si lo llevase no sería nada barroco, debido a su sencilla y depresiva forma de ser, no pudo dedicar mucho tiempo a su aspecto personal.
- La cuarentona a la que miraba ella no era ninguna camarera, quizás podamos añadir el personaje de camarera para otros menesteres, eso es diferente y tal vez lo aceptemos.
- A él no le felicitaba ni dios, era a ella, a ella la felicitaban por su ultima labor, la cual aún no se sabe cual es y tal vez no se sabrá de momento, a él como mucho le saludarían los camareros por sus grandes gastos, y el chef por sus sabios consejos, pero nada más.
- En el pensamiento del hombre, no puede hablar de como ella se siente por dentro, mas bien lo que el se imagina que ella piensa.
- Ella no está literalmente en bragas, por favor tengan paciencia para la escena sexual, aún no ha llegado, ella se sentía en bragas en sentido figurado, se sentía desprotegida y él eso no lo percibía.
Gracias por todo.