domingo, 21 de julio de 2019

Ráfagas de Esquizofrenia

Ada Colau en dos días de pasa de heroína independentista a la 'Agustina de Aragón' catalana, ¿ironía de la vida? No, simplemente  gusto por el poder. 
El separatismo "gent de pau",  de una ciudad tolerante, abierta y plural, descarga su ira contra la edil, en una lección impecable de democracia, profiriendo insultos contra ella, contra la presunta profesión de su madre, gritando, lanzando botellas tras ser ungida gracias a los votos del PSC y de Valls y sus concejales independientes, una buena dosis de izquierda antiespañola de la que ella misma forma parte, probando el jarabe fascista, antidemocrático que ella misma ayudó a crear y practicar tan justo y hasta "divertidisimo" cuando no lo sufre ella, ahora reconoce emocionada que pensó en tirar la toalla: 
- 'Me he planteado irme, tengo niños pequeños'. 
Lástima que la pócima de los 'scratches' se les ha ido de las manos hace tiempo, cuando han comprendido que lo pueden practicar todos y que cuando se aplican en propia piel no son tan inocuos.



Los indepes son expertos en llorar cuando se les desbanca, y autodefenderse cuando son ellos los que oprimen pero ahora toca joderse, pero que no se preocupen pues van a tener sus lacitos gigantes en la Plaza de Sant Jaume, para que puedan seguir llorando cuando pasen por allí, el caso es que los números son lo que son y el abuelete Ernesto está un poco desubicado, se creyó que tenía la sartén por el mango y ninguneó a una ambiciosa, craso error, no entender lo medular, una ambiciosa básicamente es y será eso, ambiciosa por encima de todo, como drogadicto dependiente de su droga, ¿como va a ofrecer una vicealcaldía decorativa a alguien con ínfulas de grandeza, que ya puede obtener el poder por otra vía? Cómo mínimo 'me lo igualas', como diría el genial Mota en una de sus celebres frases.
Supongo que cuando pasen unos años el abuelete Ernesto, aquejado de la misma enfermedad (ambición), lo entenderá es muy mayor el hombre, eso sí, para seguir probando, otra vez los personalismos provocan una zancadilla al procés, y si la prioridad era 'tomar' Barcelona, no se ha hecho un buen trabajo.
Pueden llamar fascista, a Manuel Valls y soliviantarse con él todo lo que quieran, pero cuando son los separatistas los que desbancan, como en el caso de Badalona, Tarragona, Castelldefels y otros, entonces son demócratas, siervos de paz y justicia mundial.¿Escuece, a que si?
Demócratas y dialogantes los señores independentistas. Una pequeña muestra de la que nos espera si llegan al poder y un ejemplo a seguir.

Las bases de Colau apoyan que retenga la alcaldía con el PSC y los votos de Valls.
Jaume Collboni y Manuel Valls han culminado la maniobra ideada en la misma noche electoral y han entregado la Alcaldía de Barcelona a Ada Colau para evitar que Ernest Maragall gobernase la capital catalana y la pusiera al servicio de la causa independentista. La líder de los comunes aceptó los votos del PSC, del ex primer ministro francés y de los otros dos ediles independientes de su lista -los tres miembros de Ciudadanos votaron en blanco- para retener el cargo y convertirse en la primera alcaldesa de la capital catalana en empuñar la vara de mando sin antes haber ganado las elecciones.

La alianza ha desatado una airada reacción por parte del independentismo, que orquestó un masivo escrache a la primera edil y sus socios frente al Ayuntamiento. Si hace cuatro años Colau se dio un baño de masas tras ser ungida por primera vez, este sábado tuvo que soportar los abucheos e insultos proferidos por los dos millares de secesionistas concentrados.

Colau llamó a sus militantes a tomar la plaza Sant Jaume, pero los simpatizantes de los comunes se vieron ampliamente superados por los separatistas, que protestaron sin descanso contra su nombramiento. Ha prometido el cargo la alcaldesa entre los gritos de «vergüenza» que se colaban por los portones del Saló de Cent -la más noble estancia del Consistorio- y entre los silbidos de los asistentes a la ceremonia que habían sido invitados por las fuerzas independentistas. Una escena inaudita que obligó a Colau a contener el llanto.

Ya con la alcaldesa recompuesta, Valls le aclaró que sólo su «responsabilidad» y «sentido de Estado» le había permitido ser reelegida. «Lo más importante era evitar un alcalde independentista, por eso le he votado», le advirtió el constitucionalista para después exigirle «estar a la altura de su responsabilidad» y enfurecer al secesionismo presente en la sala y la plaza al negar la existencia de «presos políticos y exiliados» en España.

El ex primer ministro francés recogió el agradecimiento explícito de Collboni a su «generosidad», quien también colocó al independentismo ante el espejo cuando se preguntó: «¿Es que ganó Torra las elecciones al Parlament?».
Nunca alguien con tan pocos escaños había hecho tanto mal al independentismo e indirectamente a Colau, ayudado eso si por la torpeza del abuelete Ernest que quizás a estas alturas haya entendido que hay que ser o parecer mas inteligente.  

«Estamos aquí para gobernar y construir república», replicó Maragall, aún desorientado en su nuevo rol de jefe de la oposición. «No seremos aliados», avisó el líder de ERC para indicar a Colau hasta qué punto pretende dificultar su labor aprovechando que su futuro bipartito con el PSC suma 18 ediles, tres menos de la mayoría absoluta.

Tras permanecer expectante, Colau intentó un juego de equilibrios imposible, agradeció a Valls unos votos «incómodos», prometió no ser «una alcaldesa independentista ni antiindependentista» y, a renglón seguido, pidió la libertad de los «presos políticos» y anunció que pretende devolver el lazo amarillo a la fachada del Ayuntamiento.

Nada de eso satisfizo a la masa soberanista. Cuando cruzó la plaza Sant Jaume para saludar al presidente de la Generalitat, Colau y los constitucionalistas fueron violentamente agraviados por los manifestantes independentistas, que incluso les lanzaron objetos y a los que tuvo que contener un cordón policial, (libertat de expresión en estado puro). Valls reaccionó negando el saludo a Quim Torra. El president, que había alentado las protestas contra Colau, evitó condenar el escrache y reclamó a la alcaldesa de Barcelona que defienda el «derecho a la autodeterminación».



No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Tienes algo que añadir?

A Toro Pasado

Opiniones de Santi Vila  (10 Setiembre 2022) "La mayoría del Gobierno de Puigdemont éramos supercatalanistas, pero también españoles&qu...