lunes, 4 de mayo de 2020

Buscar la solución dentro del problema

Definitivamente no es buena idea no podemos encontrar ni la solución ni parte de la solución, en la causa que agrava el problema.

El problema objetivamente existe, tiene una constante que se llama COVID-19 y es un virus que afecta a todo el mundo, el virus es muy contagioso por las vías respiratorias y afecta gravemente a las personas de mas edad o con dificultades respiratorias, las variables del problema son las diferentes medidas que aportan los Gobiernos:


  • Evitar que los infectados circulen libremente, control fronteras.
  • Evitar aglomeraciones.
  • Evitar desplazamientos.
  • Medidas higienicas.
  • Limpieza manos.
  • Test rapidos.
  • Test PCR.
  • Confinamiento domiciliario.

Objetivamente:
España en el mundo (se puede consultar en Google)


  • Mayor dureza medidas confinamiento
  • Mas infectados por millón de habitantes
  • Mayor porcentaje de muertos por infectados
  • Mayor número de Sanitarios infectados
  • Mayor opacidad informátiva (si se vieran los efectos de la pandemia por TVE los ciudadanos tendrían mas miedo a la enfermedad y evitarían contacto)
  • Pero gestión de compras de material sanitario


Si yo fuera el PP, agobiado por la presión de los medios de comunicación, no me preocuparía por mutualizar el desastre a nivel planetario de esta gestión, el Gobierno tiene sus socios y los votantes deben asomarse al fruto de su gestión, eludir la trampa preparada por Sánchez, asesorado por Redondo, Tezanos, Atresmedia y los expertos politólogos que ven peligrar su generoso sueldo, se insta a Pablo Casado a cerrar cuanto antes una nueva versión de los Pactos de La Moncloa que enmascare el desastre económico que ahora se avecina.

‘El País’, que no ha publicado una línea denunciado el recorte de libertades, el cierre del Congreso, la vigilancia vía GPS, la censura previa en las ruedas de prensa o las maniobras gubernamentales para silenciar periodistas, rompe una lanza por el pacto Casado-Sánchez, con el argumento de que “hay bienes colectivos y esenciales que están en riesgo, además de objetivos irrenunciables que no podrán lograrse si no son compartidos”.

‘El Mundo’, tira de una encuesta propia en la que le sale que el PSOE sube cuatro puntos en intención de voto y el PP gana 5, Pedro J. Ramírez, sentencia: «Para Sánchez y Casado pactar no es una opción. Para Sánchez y Casado pactar es una obligación. Una obligación patriótica, una obligación ante el conjunto de la nación española…”.

Sánchez, el mismo que insultó y abrazó a Iglesias en un plazo de 48 horas, habló de golpes de Estado para sentarse en una mesa de negociación entre Estados, se reunió con los proetarras de Bildu que aún no han condenado la violencia de ETA, eso si para auparse a la presidencia, el mismo que empujó a miles de entusiastas a unirse a las manifestaciones del 8M cuando ya sabía que había riesgo de contagio, el que utilizó la mayoría PSOE-Podemos en la Mesa para paralizar los controles del Congreso, el que acaba de dar 15 millones de dinero publico y prometido otros 1.000 en forma de publicidad institucional, a las televisiones y medios ‘amigos’, mientrás ordenaba eliminar las noticias 'negativas' hacia el Gobierno, lo nunca visto en nuestros 40 años de democracia, el que institucionalizó la censura previa en las ruedas de prensa oficiales, marginó al venezolano Guaidó (que antes había reconocido como Presidente legal y democrático de venezuela), para agradar a los verdugos chavistas, impulsa ahora que nos controlen a todos mediante el móvil, no asume responsabilidad alguna en una tragedia que ha matado ya más de 30.000 españoles (quizás muchos mas), sólo se preocupa de salvar el trasero y se ha apoderado de RTVE como si fuera de uso exclusivo.

Son hechos tan ruines como innegables, que un sector intentan  tapar subrayando el sectarismo de Podemos para concluir que, si Sánchez se deshace del podemita, el pacto está hecho. Es una simpleza, porque Iglesias está donde está y suelta de vez en cuando sus soflamas, porque Sánchez lo nombró vicepresidente y no hay una sola barrabasada de este malhadado Gobierno de coalición al que se le pueda atribuir en exclusiva.
Iglesias nunca ha engañado a nadie, simplemente hace lo que lleva escrito en su guión. Los que se deben preocupar son los Grande-Marlaska, Campo, Ábalos, Calvo, Robles, Calviño y compañía, porque saben lo que se ha perpetrado o se está fraguando a la sombra de su ególatra jefe, y ni han pestañeado, pero son responsables y eso tambien lo saben por lo que pasó en Cataluña, los jueces se toman su tiempo pero son implacables, ya sea corrupción o violación del orden Constitucional.

Todos son responsables colegiadamente de que, aprovechando de manera miserable la excepcionalidad alimentada por la pandemia de coronavirus, se maniobre desde La Moncloa para recortar derechos, amordazar a la prensa, perseguir disidentes y montar orweliano Ministerio de la Verdad, usando como plataforma la Fiscalía.

Se ha sugerido que quizás habría que prescindir de Sánchez y que PP, Cs y resto de partidos cierren ese gran acuerdo nacional con otro socialista de relumbrón, ya tenemos un precedente con la aún reciente moción de censura, donde se dió un vuelco a la aplicación del resultado electoral en el que golpistas y filoetarras se frotaron las manos, puesto que tenían a un ególatra a sus maquiavelicas órdenes para destruir España.

La pregunta surge en que presidente autonómico socialista o un personaje relevante, que se atreva a levantar la voz, Susana Díaz,  Lambán, García-Page, Fernández Vara o el mismo Felipe Gonzalez.

Casi siempre la línea recta es el camino mas corto y lo más sencillo, lógico y democrático: oposición, exigir cuentas, pedir responsabilidades y elecciones cuanto antes, el resto ya nos ocuparemos los ciudadanos, hasta fulminar el PSOE si es preciso, que tomen nota de lo que pasó con C's y su comportamiento errático en la moción de censura.

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