AMEDRENTANDO A LA JUDICATURA Y A LA CIUDADANÍA?
¿Ha visto el Lector la comedia que ha montado Mas ante el TSJC y el intento de pseudomartirización para ser considerado un remedo de Companys?
Para que quede claro de entrada. Los alcaldes y ediles (más funcionarios de alto y medio rango) de los partidos independentistas que ocupan cargos por toda Cataluña han dejado sus obligaciones profesionales y laborales para asistir en manada a Barcelona a la exhibición de extremo fanatismo ideológico ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, TSJC, y así intimidar sobre las posibles decisiones que puedan tomar sus componentes, asustar (es un decir) al Gobierno de España y al Congreso de los Diputados y Senado, y hacer callar al 75% de catalanes-españoles que no quieren la independencia de Cataluña y sí exigen que se juzguen a los culpables de este proceso sedicioso, muy a menudo implicados también en delitos de corrupción política y rapiña económica al más alto nivel y en magnitudes escandalosas que han arruinado a la sociedad.
Además del juego sucio que se quiere imponer al comparar a Artur Mas con Lluís Companys, para elevar simbólicamente la supuesta categoría del primero al estadio de supuesto mártir y supuesto héroe del segundo, ha sido insultante y ridícula la irrupción patética de cientos de alcaldes de CiU y ERC, más los que ahora juegan en la liga después de las últimas elecciones municipales, llámense CUP o el neomagma del Junts pel Sí o los de la cosa local podemita, que han acompañando en procesión y a paso lento hasta la puerta del edificio al presidente de la Generalidad que como un gallo –que es- ha mostrado su nuevo plumaje: un uso abusivo del saludo romano (¿fascista?) pero con solo cuatro dedos de la mano extendidos (por las cuatro barras de la bandera catalana, la Senyera) alternado con la mano en el corazón, dando dos golpecitos, a modo de signo de pureza de alma y de honorabilidad, en línea con el gesto que todo estadounidense patriota realiza cuando escucha el himno de su patria.
Allí, todos aglomerados con sus varas de mando, como auténticos ‘el tio de la vara’ (el genial personaje grotesco de José Mota), haciéndole el ‘tunel’ varas en alto cómo si fueran espadas y fuera a pasar el emperador de Fridonia (Sopa de Ganso, Hermanos Marx), aplaudiendo o llorando abducidos por el credo integrista que lleva Cataluña a su destrucción vía enfrentamiento civil; cualquier observador no alienado ni alineado con las consignas secesionistas y la presión propagandística a favor de la insurrección y la sedición, ha podido comprobar cómo ya se ha llegado al final del trayecto y que este peligroso fenómeno frentista ha de ser neutralizado con la Ley en la mano, que está más que suficientemente dotada para intervenir en semejante despropósito y tamaño ataque a la seguridad del Estado; ya que de esto se trata: están atacando a España… altos funcionarios y cargos electos que han prestado sus juramentos o promesas de lealtad a la Nación y su Constitución, y se han comprometido con la defensa de la unidad territorial y de los intereses de TODOS sus ciudadanos; principios a los que las huestes sediciosas catalanas han traicionado y arrastran a que sean traicionados por otros estamentos bajo el control público.
Da pánico pensar y estremece que los Mossos d’Esquadra / Policia de Catalunya, la policía integral que formalmente tiene todas las competencias del orden público y la seguridad catalana, puedan llegar a inhibirse o no cumplir órdenes si los jueces les obliguen a intervenir en este espinoso asunto, ya que hasta ahora, los trabajos contundentes contra los clanes que orbitan alrededor de la corrupción (Pujol, Millet, registro de CDC, etc.) han tenido que desarrollarlos la Guardia Civil o la Policía Nacional, se supone que debido a que ‘no se fían’ de los Mossos entre los que hay un porcentaje numeroso de independentistas que hasta fueron capaces de influir para hacer Mosso d’Honor a la integrista independentista y marisabidilla metementodo Pilar Rahola, ahora metida en harina de la ‘transició nacional’ por encargo de su biografiado por ella Artur Mas.
Así que, visto lo que se ha visto; valorado que la presencia de tantos ‘tío de la vara’ haciendo el ridículo es puramente corporativista, nepotista y endogámica, nos hemos de preguntar acerca de ¿qué alcalde o concejal y allegados de primer nivel del palo independentista catalán –a sueldo del erario público- se hubiera atrevido a desertar de la llamada de la tribu para dar consuelo a su macho alpha en el trance de la declaración ante el Juez? ¿Quién de esa banda hubiera osado dar la espalda a Mas y no estar visible ante sus electores locales, mientras el sumo sacerdote del aquelarre que se ha montado con el proceso separatista en marcha era conducido ante la Justicia? De ahí lo de esas personas (de edad ociosa y llegadas de la Cataluña profunda mediante autocares fletados ad hoc) haciendo bulto cómo público, y lo de esos cientos de patéticos envarados alcaldes escoltando al imputado, si nos atenemos a que en Cataluña hay 947 municipios y que de ellos 227 se declararon independientes de España (en 2013), y que al final han sido unos 300 los alcaldes que se han acercado al festejo; dato que estadística y aritméticamente coincide exactamente con los municipios en manos de fuerzas independentistas.
El problema adicional radica en que el imputado Artur Mas, con su habitual prepotencia, además, se ha reafirmado como “único responsable e ideólogo del proceso y del 9-N” [de nuevo, una provocación], a la vez que articulaba una nueva definición sobre la reacción de la Administración político-jurídica de España, al afirmar que se debe a la “rabia” que ésta tiene debido a que todo sale tan bien a los independentistas, cada vez que monta un pollo.
En resumen. El presidente de la Comunidad autonómica de Cataluña, que no olvidemos que es un cargo electo y posible merced a que el Estado se dotó de una Constitución que creó y protege el modelo autonómico o regional, a la vez que articuló los mecanismos de financiación que pagan, entre otras cosas, el sueldo del propio Artur Mas y sus experimentos antiespañoles, ha demostrado una vez más su absoluto desprecio por la convivencia y su despotismo al negarse a responder a las preguntas del fiscal con sus palmeros y ‘tío de la vara’ varios afuera esperando.
En consecuencia, A Mas y los suyos pocos cartuchos les quedan en la recámara para gastar hasta llegar a la declaración unilateral de independencia, ya que en su pomposa declaración posterior a su encuentro con la Justicia, ya en el Palacio de la Generalidad, ha recalcado que “si se le inhabilita, procederá la desobediencia”; motivo por el que es previsible la radicalización extrema de todo este tinglado. Más claro, agua.
Les toca mover ficha a las instituciones gubernativas, judiciales y policiales españolas; y además ipso facto si no quieren que este asunto se convierta en un hecho consumado y en un auténtico golpe de estado, que es lo que está resultando ser el diabólico plan urdido para dinamitar la convivencia entre catalanes y, de rebote, entre una parte de Cataluña y el resto de España.
Vienen tiempos difíciles y posiblemente violentos si no se interviene drásticamente al respecto.
Rajoy, Sánchez y Rivera y sus partidos tienen mucho que decir al respecto (en Podemos y sus marcas de combate no se puede confiar); sobre todo Mariano Rajoy, que no se da cuenta que intervenir inteligentemente en este campo de minas estabilizaría el país y reafirmaría las opciones de su partido, que ha de ser uno de los tres –digamos que al 33%, PP, PSOE y Ciudadanos-, que tomen el mando de la nueva etapa 2015-2019.
Esperamos noticias urgentes de todos ellos, y acción inmediata por parte del Gobierno de España.
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