- Pedro Sánchez no parece un presidente de Gobierno
- Parece un actor que interpreta el papel de presidente del Gobierno.
- ¿O sea que tú crees que no lo está haciendo bien?
- Ni bien ni mal. Está interpretando el papel con el que ha soñado toda su vida. Sus innecesarios viajes, sus fotos incomprensibles imitando otros presidentes, sus declaraciones, sus ruedas de Prensa, sus gesticulaciones históricas forman parte de lo que él se cree que debe hacer para parecer el presidente del Gobierno. Todo, todo es puro teatro.
- Eso significa que carece de autenticidad.
- Pues claro, perdió abrumadoramente y por dos veces las elecciones, ganó las primarias de refilón gracias a las incongruencias de Susana, aceptó el abrazo del oso para superar la moción de censura, se instaló en Moncloa con 84 escaños y, en lugar de convocar inmediatamente elecciones, puso en marcha la operación de imagen que tenía preparada, con un Gobierno de mujeres, la renovación de todos los cargos, la colocación de su entorno en las empresas públicas y la mano tendida a Quim Torra, que le ha tomado el brazo. El caso es que la mitad de los ministros elegidos (5) y el mismo ofrecen las mismas carencias morales que el motivo que esgrimió para la moción, plagios, sociedades patrimoniales falsas, pactos con corruptos y para desgracia nuestra todo esto lo ve la ciudadanía española.
- Tienes razón en que vivimos en una política virtual, en la que casi todo es marketing e imagen.
- Así es, para desgracia del PSOE, Pedro Sánchez está jugando a ser presidente. Hace no lo que debe hacer sino que interpreta el papel de presidente, actuando conforme a lo que él cree que corresponde al ejercicio presidencial. Le falta credibilidad. Vivimos en una farsa. Se puede encabezar una moción de censura para eliminar una política que se considera indeseable, pero la primera medida a tomar es la convocatoria de elecciones, no la prolongación de la legislatura.
- Aquí pensamos que no convocar elecciones de forma inmediata es un error, puesto que el objetivo de la moción era deshacernos de Rajoy, no adueñarnos de la legislatura y eso lo está viendo toda España, ampliado por la exagerada escenificación de Sánchez que nos provoca vergüenza ajena. Lo de Andalucía es un aperitivo de la que nos espera.
- En todo el PSOE, no. Los que están ya comiendo a dos carrillos en el pesebre público seguro que desean se prolongue lo más posible la situación. Y Pedro Sánchez no quiere que se baje el telón y termine su interpretación del papel de presidente. Pero muchos socialistas estamos atónitos ante la situación y pensamos que la convocatoria inmediata de elecciones es lo único que podría salvarnos del desastre que se avecina.
Deshonestidad, desvergüenza y osadía virtudes que ayudan a Pedro Sánchez, el megalómano, con tal de mantenerse al frente del Ejecutivo. Echado del PSOE en primera instancia, pero recuperado por los mas radicales militantes, accedió a la Presidencia por la vía más alejada de las urnas y como hombre de Estado va a llevar al país a la ruina por la vía más rápida. Sánchez sólo vale para tirarse el rollo. Como simple títere que es, apenas sirve para ser esa lacia marioneta que manejan a su antojo los de Podemos, los independentistas y proetarras, (obviamente es el candidato ideal para edstruir el Sistema).
Ya empezó plagiando, cosa que se le da de cine, un impostor, presidente de paja que habita la contradicción patológica, pues hoy dice sí, mañana dice no y, luego, vuelve a contradecirse, la mayoría de los españoles (incluso de su propio partido) quieren volver a votar para quitárselo de encima. Pero él sobrevive, entre su tramposa escalada al poder y su espectacular y posterior fracaso.
A tales traidores a España, se suma el astuto Joan Tardá, que pacta con cualquier traidor que se anime a bailar la sardana y a sacar a sus golpistas presos de la trena. Para lograrlo, no hay mejor socio que el tragaldabas de Sánchez, que baila lo que haga falta bailar y que jura lo que sea menester, con tal de que los independentistas le den todo su apoyo para aprobar los presupuestos y así poder perpetuarse en el poder, como el peor presidente de la historia, hasta 2030, según sus veleidades. Lo cual significa que estamos en garras de piratas. Y de un inmenso farsante, bien conocido por ser un infradotado.
Cuanto antes acaben los mil y un apuros de este inepto que tomó la presidencia del Gobierno con muy malas artes, y se largue por donde vino, mejor viviremos todos.
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