¿Mienten los políticos?
No, los políticos maquillan la realidad a base de eufemismos, 'maquillar la realidad' es el eufemismo, que sustituye al de 'vd. no ajusta a la verdad'. Por lo tanto hay que reconocer que si hablar con eufemismos es un arte, el politico es un artista.
Soluciones mágicas.
Para eliminar la violencia en Cataluña lo que hay que hacer es "reducir al máximo los espacios de confrontación" y se quedan tan anchos. Nos estan llamando gilip0llas a la cara y se quedan tan tranquilos.
Con la llegada de la crisis comenzó en España el auge de los eufemismos políticos. En los últimos años, nuestros políticos e instituciones han demostrado que es mejor envolver las palabras con suaves eufemismos que utilizar una palabra más franca y dura como, por ejemplo, »crisis»
El discurso político, ya sea en España o fuera de nuestras fronteras, tiende a sustituir las crudas verdades por otras más digeribles. Lainformacion.com hace un repaso de los términos más destacados del nuevo diccionario político:
- José Luis Rodríguez Zapatero fue durante su última leguislatura un experto en evitar la palabra »crisis». Para evitar la palabra tabú, habló de desaceleración, coyuntura negativa, periodio de serias dificultades, estancamiento, situación ciertamente difícil y complicada.
- La vicepresidenta del Gobierno de Zapatero y ministra de Economía, Elena Salgado, auguró los llamados »brotes verdes» en 2009. Se refería a una supuesta pronta recuperación y estabilidad que sufriría la economía española.
- La Casa Real habló de »cese temporal de la convivencia matrimonial» para referirse a la ruptura entre los Duques de Lugo, la Infanta Elena y Jaime de Marichalar.
- El concepto de »ticket moderador sanitario» estuvo en boca de todos tras las declaraciones del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Se trataba de un complejo eufemismo para no utilizar la palabra »copago» y así no contradecir los principios de la sanidad pública. Igualmente, la Comunidad de Madrid, en boca de Ignacio González y el consejero de Sandidad, Javier Fernández Lasquetty, se refirió al término »externalización» para evitar hablar de »privatización».
- No solo los políticos españoles son maestros en el arte de maquillar las palabras, también el Banco Central Europeo. El BCE exigió al Gobierno de Zapatero una serie de medidas de ajuste económico, que se traducían en una »devaluación competitiva de los salarios», es decir una bajada de sueldos.
Los extranjeros tampoco se salvan
- El discurso político francés también va cargado de ricos eufemismos. Las palabra »austeridad» está prohibida, aunque los presupuestos para 2017 digan lo contrario. Hollande prefiere hablar de »poner en el lugar correcto a las finanzas públicas». De la misma manera, mientras Merkel quiere una mayor unidad política, Hollande opta por la »integración solidaria».
- El general del ejército estadounidense David Petraeus presentó su dimisión en 2012 como director de la CIA tras descubrirse una relación extramatrimonial. Petraeus se dispulpó por »slipping my moorings» (resbalar mis amarres, la traducción literal) para referirse a su amorío con su biógrafa.
- En 2008 Hillary Clinton aseguró haber sido inmovilizada por el fuego de los francotiradores durante un viaje a Bosnia. Cuando un vídeo sugirió lo contrario, habló ante las cámaras sobre su »mis-speak», una forma muy sutil de reconocer sus fallos. Su marido, Bill Clinton, también ha sido protagonista de algunos escándalos lingüísticos. Tal vez el que más se recuerde sea cuando admitió que había fumado marihuana, pero que nunca inhaló. Inmediatamente, el verbo inhalar se convirtió en un sinónimo de drogarse en los campus de EEUU.
- La agitada vida privada de Silvio Berlusconi también ha dado lugar destacados eufemismos. La prostituta Patrizia D»Addario aseguró que durmió con el exprimer ministro italiano. El abogado del político negó las acusaciones y añadió que Berluconi no contrató ni pagó a D»Addario personalmente, sino que fue el »utilizzatore finale» o »usuario final» y que, por lo tanto, no tenía resposabilidad penal. La frase pronto se comvirtió en un eufemismo utilizado en Italia para referirse a los hombres que pagan por tener relaciones
- Posiblemente el caso mas sonado El escándalo Clinton-Lewinsky fue un escándalo político sexual que surgió en 1998, por una felación, entre el presidente Bill Clinton y una empleada Monica Lewinsky, llevaron finalmente al juicio por perjurio del presidente finalmente fue exonerado, este argumentó que "Depende del significado de la palabra 'hay' con respecto a la veracidad de su declaración de que "no hay una relación sexual, una relación sexual impropia o cualquier otro tipo de relación impropia", de modo que una mamada pasa a ser 'relación impropia'.
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