sábado, 20 de octubre de 2018

Los Progres, esa nueva especie.

¿Quién no tiene un progre en su familia o en su círculo de amistades mas cercano?

La primera pregunta que hay que hacerse es:
¿Por qué defienden un movimiento, que en lugar de mejorar la sociedad, incrementa la pobreza e incluso la muerte, aunque el país tenga recursos?
Los ejemplos latentes como el muro de Berlín, Cuba o mas recientemente Venezuela con sus caravanas de emigrantes a Colombia, parece que no tienen valor demostrativo. 
La primera pregunta que viene a la cabeza es:
¿Son retrasados mentales?

Hay que conseguir entenderlos y clasificar al grupo a que pertenecen para poder tratarlos correctamente, de entrada ellos mismos se suelen presentar con la palabra progresistas. El objetivo ante todo es reconocerlos para poder entablar un diálogo acorde con el interlocutor.


Incoherencia

 Para un progre conducir un coche último modelo de gran cilindrada alojarse en un gran hotel o comer en un restaurante de lujo es compatible con hacer del ecologismo una causa, con defender las muy dudosas democracias venezolanas, rusas, ecuatorianas o iraníes, con defender derechos de las mujeres u homosexuales, con abogar por el laicismo mientras se defiende la religión islámica y al tiempo se ataca a judíos y a católicos.
Dejar que Otegi, forme parte del independentismo catalán, alabar al grupo terrorista ETA con 829 asesinatos en plena democracia.
Asesinatos ETAcomo un movimiento de liberación o la justificación de los ataques de Hamas a Israel son los ejemplos concretos en la realidad sobre esta primera característica. 
Todos son hijos y producto de la burguesía acaudalada.
Parece que a pesar de las bondades de los países que ellos ponen como modelo, ninguno ha emigrado aún, y tampoco lo querían hacer a sus países amigos, como Colombia, Cuba, Venezuela, Bolivia o Irán.

Cuestionar

Hay que llevarlos al lugar que nunca han visitado, aquel en el que confrontan las últimas consecuencias de sus postulados.

Es imposible convencer a un "progre" de su contradicción, pero sí llevarlos a lo absurdo de sus planteamientos.
Lo malo es que para descubrir por si mismos lo que su falta de criterio no ha desvelado, luego provocan caos territoriales y económicos como el de Zapatero (presidente español), que aún hoy debemos arreglar todos, mientras él alegremente dimite un año antes de expirar su mandato alegando ¿problemas familiares?

El tiempo propio, al no dedicarlo tiempo a las experiencias ajenas, informarse, viajar y en los casos menos graves, leer y conseguir un criterio propio, harán lo que nosotros ahora no podemos hacer.

No razona

El progre no razona, solo ve extremos, y mantener una conversación sensata es una pérdida absurda de tiempo y energía. Es más provechoso llevarlo a su propia contradicción.
Nunca veremos a un progre sacar sus pancartas a la calle cuando se producen violaciones de los derechos humanos en Venezuela.
Sus pancartas solo sirven para protestar si, por ejemplo, gana Trump o Casado.


Pacifista, ecologista, feminista.

Son las características del progresista "por definición".
Bajo la pretensión de la paz, el progre tiene un odio visceral hacia todo lo que tenga una mínima relación con Estados Unidos (excepto por las bandas de música, las zapatillas All Star, la tecnología Apple, los viajes a Miami y las películas).
Es paradicmático que en plena huelga salvaje promovida por Podemos contra la empresa CocaCola por sus condiciones laborales, su carismático dirigente Ramón Espinar se tomara 2 en el restaurante del Congreso por no hablar de sus pingües beneficios comprando y vendiendo un piso de protección oficial, o la reciente compra de una casa de mas de un millón de euros por el dirigente Pablo Iglesias, se trata de dogmatizar una serie de comportamientos pero que en todo caso no se aplican a si mismos, como pasaba en el 'Soviet Supremo' cuya pertenencia seria el sueño de nuestros 'progres'    

No son muchas las personas que conozcan en detalle información relativa al cambio climático, la peligrosidad de las emisiones o el estado real del medio ambiente. El progre ecologista ha encontrado en ese vacío de conocimiento un espacio perfecto para que su mensaje se asiente, crezca y se reproduzca".

No rectificar

Por definición, el progre no cede en sus planteamientos porque considera que son los únicos que valen y es evidente que si una de las partes que se sienta a negociar no cede en sus posturas, el consenso pasa a convertirse en una verdadera utopía.

Un progre, "Siempre tiene razón", a menos que la totalidad de tu discurso coincida con el suyo, te va a encasillar siempre como enemigo total. ¿Cuál es el ejemplo en este caso? "El pensamiento progre puede rechazar toda acción militar en la que participen los EEUU, Europa o la OTAN, y sin embargo, tolera cualquier tipo de violencia o represión si procede de regímenes afines como puede ser Cuba o Venezuela".


Dictar soflamas

El progre no entiende el diálogo como una conversación alternativa para la exposición de ideas u opiniones, sino simplemente es propaganda de su ideología, la única intención de un progre cuando participa en un debate es tener razón e imponerla a los demás. El progre emite juicios de valor que no admiten discusión y deben ser aceptados.

Los eslóganes y las frases hechas entran en carrera, como así la repetición constante de una frase o idea más allá de su veracidad. Desde la justicia social y el rol del Estado hasta las elecciones, el discurso se destaca por la falta de una escala de grises y un pensamiento basado en el "o es blanco o es negro" como una visión maniquea del mundo. "El progre quiere, por encima de todo, que su ideología se convierta en cuestión de fe".

Estado de Bienestar

Estado de bienestar inmediato, pero ruina a medio plazo, como desmuestran los países en que se aplica, el salario mínimo 1.000 € al mes, vivienda garantizada, pensionistas 1.200 € y medicinas gratis, necesita la contrapartida de unos ingresos que salen de los impuestos de estas mismas personas como pescadilla que se muerde la cola, un estado insostenible fiscalmente, para un estado de bienestar no viable.
Con bases en el modelo sueco como ejemplo de lo que está bien, Álvarez asegura que los progres creen en un "modelo intervencionista e intensivo del gasto público", un modelo que "en situaciones de bonanza es lesivo a la libertad y el bolsillo, y en momentos de crisis conduce al colapso económico y a la pobreza".

Riqueza de un progre.

El progre manifiesta su riqueza. Sobre todo no tiene empresas ni genera empleo pues sería mal visto, si un progre tiene dinero, puede optar por paraísos fiscales o complejos productos de inversión para evitar que los ricos -que no son ellos- se lo apropien, pero su acción nunca se verá sometida a la consideración pública porque al fin y al cabo lo suyo es suyo.
Y los progres tienen la dispensa moral, por lo tanto pueden tener su dinero a buen recaudo en empresas patrimoniales y levantar el puño en manifestaciones de mineros, en astilleros o en fundiciones que se cierran simplemente porque las condiciones empresariales con tanta presión fiscal no son propicias.

Economía

La presencia del Estado entra en discusión. El progre estima, sin calculadora eso sí, que subiendo los impuestos a los ricos y combatiendo el fraude fiscal de las personas más adineradas el Estado dispondría de recursos suficientes para abonar un sueldo vital a todos los ciudadanos.

El progre propone un aumento del gasto público para combatir el desempleo. Agigantar la Administración normalmente supone para un Estado un efecto nocivo a medio y largo plazo. Duplicidad de competencias, excesiva burocracia o falta de efectividad para resolver los problemas de los ciudadanos.
Pero como el progre no se queda allí para comprobarlo pues otro partido debe resolver y dar la cara con recortes lo que ellos han provocado.

El tiempo todo lo cura

Incluso la progresía, no se puede hablar con un progre porque no se puede entablar un diálogo con intercambio de ideas por lo tanto han de subir al tren y viajar, el progre sólo dejará de ser progre por sí mismo, cuando la experiencia y la realidad entren de bruces por su cabeza.
Lo ideal sería que todos los progres le pidieran a su agencia de ayuda internacional preferida que lo próximo que les pague sea un billete de avión a Caracas, Venezuela, Cienfuegos, Cuba o Irán.

Reconocer al progre 

Pero no perder el tiempo intentando razonar, no dialogan, manipulan y confunden, que son cosas bien diferentes. No se puede mantener un diálogo, menos aún constructivo, con alguien que lleva la negación por argumento y que jamás será capaz de cambiar de opinión. 
Los hechos, los datos y las pruebas sobran en una conversación con un progre”.

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