Si han invertido parte de su tiempo en leer las páginas de este blog (hecho que les agradezco) y han creído lo escrito en ellas (he intentado documentarlo de la mejor forma posible), podríamos concluir lo siguiente:
1. Cataluña siempre ha estado en España, desde el origen de este término. Estuvo dentro de la Hispania fenicia (i-spn-ya) ya en el 800 aC, después en la Iberia griega y luego en la Hispania romana desde sus inicios en el 218 aC. Con la entrada de los visigodos en el s. III dC, Barcelona sería incluso por un breve periodo de tiempo capital de la Hispania visigoda. Tras la conquista musulmana de la península ibérica en el 711, Cataluña se encontraría también en la España árabe. Iniciada la reconquista, Barcelona y Gerona pasarían durante unos 200 años a la Marca Hispánica, dentro del imperio carolingio de los francos, pero aún estando la Península Ibérica dividida entre reinos cristianos y el califato árabe, desde el s.XII se llamaba España tanto a los territorios árabes como a los cristianos, con el Condado de Barcelona entre ellos, y en el 1137 ya se produce la fusión del condado de Barcelona a la Corona de Aragón. Las coronas de Castilla y Aragón se unen con el matrimonio de los reyes católicos en el 1469, ya denominándose reyes de las Españas.
Por tanto la historia nos dice que Cataluña no fue nunca nación. Bien perteneció a Hispania, a España, al imperio carolingio o a la Corona de Aragón, e incluso a estas dos últimas a la vez, y se ha beneficiado del mercado y protección que estas le proporcionaban, como estas se beneficiaban del comercio catalán en el Mediterráneo.
No obstante, la estratégica localización geográfica del puerto de Barcelona, históricamente ha permitido a la región la acumulación de poder en contra de sus gobiernos centrales, lo que ha provocado no pocos episodios de luchas territoriales e internas. Encontramos las luchas de los nobles godos de la Tarraconense
contra el nuevo rey hispano, que desembocaron en la invasión árabe en el 701; la guerra civil catalana (1462–1472) , dentro de la Corona de Aragón, en la que nobles catalanes confrontados con el rey aragonés Juan II buscaron incluso la anexión del Condado de Barcelona a Castilla; la guerra de secesión catalana o guerra de los Segadores de 1640, ya dentro de la Corona Española, entre la nobleza catalana y el monarca español, en la que anexionaron Cataluña a Francia, y provocaron otra nueva guerra civil en Cataluña; y la Guerra de Sucesión, en la que el apoyo catalán a Carlos de Austria, candidato ilegítimo a la Corona Española, convirtió sus tierras en un campo de batalla entre tropas españolas y extranjeras en el 1711. Más tarde Cataluña sería uno de los focos de las guerras carlistas del s. XIX, y el proletariado catalán fue muy relevante en los episodios de inestabilidad política a principios del s. XX.
Todos estos episodios de inestabilidad política y luchas territoriales de poder no fueron exclusivos de Cataluña, o como antiguamente se llamaba, del Condado de Barcelona, sino que se producían al mismo tiempo que episodios similares en otras regiones españolas. El resultado final siempre ha sido la destrucción en el seno de España y el abandono de la causa por las potencias extranjeras implicadas.
2. El Tribunal Constitucional nunca debería aprobar un Estatuto autonómico ni ningún otro texto jurídico que proclame cualquier región o territorio español como nación, aunque sea en el preámbulo. El Tribunal Constitucional vela por el cumplimiento de la constitución que especifica en su art. 2. “… la indisoluble unidad de la Nación española”, y como tal, el Tribunal Constitucional sentenciaba que “la Constitución no conoce otra que la Nación española”, por lo que razonablemente ha de declarar inconstitucional la parte del preámbulo del reprobado Estatuto de autonomía de 2006 que reza: “la ciudadanía de Cataluña, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación”.
Este punto quizás se entendiese mejor si nos dijesen que “la ciudadanía de Cataluña, de forma ampliamente mayoritaria se ha definido marciana”, y con ello pretendiesen que el TC lo acepte. Más aún, si esta constitución fue votada favorablemente hace solo 34 años por un 91% de los catalanes con una abstención del 32%; y no parece que los catalanes mostrasen el mismo interés por el estatuto con una abstención del 50,59%, y entre los que tuvieron interés en votar existió un 73,90% de votos afirmativos y un 20,76% de votos negativos, más o menos el 35% de los catalanes votaron favorablemente.
En todo caso, la Constitución del 78 también ofrece los mecanismos para ser modificada incluso en sus artículos esenciales, pasando siempre por la aprobación del pueblo español.
3. El Constitucional tumbó la Disposición Adicional Tercera del Estatuto por la que los partidos nacionalistas catalanes reclaman 759 millones de euros al estado. Esta Disposición establecía que‘la inversión del Estado en Cataluña en infraestructuras, excluido el Fondo de Compensación Interterritorial, se equiparará a la participación relativa del producto interior bruto de Cataluña con relación al producto interior bruto del Estado [en torno al 18%] para un periodo de siete años’. Pero la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto decretó que este precepto no es aplicable. En concreto, el fundamento jurídico número 138 dictaminó que ‘no puede admitirse’ que la Disposición Adicional Tercera ‘vincule a las Cortes Generales en el ejercicio de sus funciones de examen, enmienda y aprobación de los Presupuestos Generales del Estado’, e insistió en que esta debe ‘interpretarse en el sentido de que no vincula al Estado en la definición de su política de inversiones, ni menoscaba la plena libertad de las Cortes Generales para decidir sobre la existencia y cuantía de dichas inversiones’. El propio portavoz de la Generalidad, Francesc Homs (CiU), tuvo que admitir que la disposición estatutaria no es de obligado cumplimiento.
4. Con respecto al Pacto Fiscal, justificado en la existencia de un supuesto déficit fiscal del Estado
Según el método carga-beneficio, calculado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), el déficit fiscal del Estado con Cataluña es del 5,5% del PIB catalán, en la misma serie 2000-2008 calculada por la Generalitat según el método flujo-monetario. Este resultado coincide con el calculado por gobierno para 2011, que muestra un déficit fiscal del 4,3%. Los resultados de las balanzas fiscales autonómicas muestran que en términos de PIB, los madrileños transfieren el 1,32% de su PIB al estado, el doble de lo que destinan los baleáricos (0,7%) y casi cuatro veces más que los catalanes (0,36%). Por tanto, la queja de que Cataluña sea especialmente discriminada por el estado no se sustenta.
5. Con respecto a la queja sobre el supuesto déficit de inversión en infraestructuras en Cataluña por parte del estado, el informe “El stock y los servicios de capital en España y su distribución territorial y sectorial (1964-2010)”, elaborado para la Fundación BBVA, ofrece una visión clara al respecto. Cataluña es la autonomía que acumula mayor inversión absoluta en infraestructuras públicas, un stock de capital público (suma de todas las inversiones realizadas y su posterior depreciación) que hasta 2009 alcanzó los 56.800 millones de euros. Y del mismo modo, Cataluña fue la autonomía más beneficiada en términos absolutos por las inversiones estatales de Fomento y sus empresas en el periodo 1996-2011, con 22.633 millones de euros, lo que supuso un 14,53% del total, así como lo recibido en la última década, el 14,5% de la inversión pública entre 2004 y 2013, 27.730 millones de euros.
El informe de la fundación CatDem, LA INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURAS DEL ESTADO EN CATALUÑA DURANTE EL PERÍODO 2007-2012, reconoce que la inversión regionalizada en infraestructuras (aproximadamente el 85% del total de inversiones del estado), producida en Cataluña durante el periodo 2007-2010, implicó un 17,9% del total entre todas las CCAA. El porcentaje de PIB que Cataluña representaba dentro Estado era del 18,6%. Por tanto, la inversión estatal territorializada no ha ido muy lejos de lo que imponía la derogada Disposición Adicional Segunda del Estatut.
En relación al número de habitantes, la cantidad regionalizable de los Presupuestos del Estado arrojan una inversión del sector público per cápita en Cataluña, durante los 10 últimos años (2002-2012), de 3.665 euros. La media estatal se sitúa en torno a los 4.500 euros por habitante, y Cataluña se coloca en el puesto 11 del ranking autonómico, de 17 CCAA. Por debajo se encuentran Madrid, Valencia, Canarias, País Vasco, Navarra y Baleares.
Antonio Espinosa (secretario de estudios y programas de Ciudadanos) nos explica que si consideramos las inversiones en cada CCAA por población ajustada (ponderación de la población al 70% y de la superficie al 30%), la posición relativa de Cataluña pasa a la cuarta posición en relación a la inversión estatal entre 2002 y 2012.
Con estos datos podemos concluir que no existe agravio comparativo con respecto a la inversión en infraestructuras en territorio catalán, si bien es cierto que se observa un agravio comparativo contra otras CCAA del eje mediterráneo como Valencia, Murcia y Andalucía que afectaría al desarrollo económico de todo el Levante en general.
6. Cataluña tiene que aportar al resto del estado español porque de eso dependen también sus
ingresos. El Sr. Mas, en su entrevista en TV3, solo recordaba que desde 1995 Cataluña había multiplicado por 3 sus exportaciones pero no recordó que las importaciones habían crecido de forma similar, de tal forma que el déficit comercial catalán con el exterior se ha duplicado desde 1995, y en 2011, era de -16.400 millones de euros. Y tampoco quiso dar cuenta que el resto de las ventas, el 47%, son al mercado interno español cuya balanza ha permitido a la economía catalana mantener un amplio superávit comercial de 22.000 millones en 2011. Contando que en caso de secesión, España se comportase como los mejores importadores de Cataluña dentro de la UE, sus ventas a nuestro país se reducirían al 18%, caso de Francia, o al 10% a Alemania o Portugal.
DOCUMENTOS RELACIONADOS: Inversiones ejecutadas por Fomento y sus empresas 1996-2011
7. Cataluña, es una de las Comunidades donde menos se recortaba la inversión en 2013. Las inversiones en Cataluña estaban por encima de la media, reduciéndose un 10,76%, pasando de los 1.414,51 millones de 2012 a los 1.262,30 millones de euros de 2013. Otras comunidades veían aún más recortada la inversión del Gobierno como Aragón (un 30,24% menos), Castilla-La Mancha (un 28,41% menos), Galicia (un 23,27% menos), Asturias (un 15,95% menos), la Comunidad de Madrid (un 14,28% menos), Extremadura (un 11,17% menos) y Canarias (un 5,98% menos).
La ministra de Fomento, Ana Pastor, destacaba que entre 2012 y 2014 el Ministerio de Fomento ha destinado cerca de 4.000 millones de euros a Cataluña. El presupuesto para 2014 supone un aumento del 15% con respecto al de 2013, una inversión que representa el 14,2% del total nacional, siendo Cataluña de nuevo la primera comunidad de España en presupuesto.
8. Cataluña implica actualmente el 18% del PIB español, con un valor de 198.633 millones de euros (2012), y Barcelona es el principal centro industrial de España, del que parten el 26% de las exportaciones de todo el Estado. Como tal, el Estado está efectuando un esfuerzo enorme por conectar Cataluña lo antes posible a la red ferroviaria de ancho europeo. La inversión prevista en los PGE de 2014 se han centrado en las infraestructuras portuarias catalanas y en la construcción del corredor mediterráneo para adecuar la conexión de Cataluña.
Hoy día, el puerto de Barcelona tiene las mejores infraestructuras del Mediterráneo en la logística de contenedores, y actualmente es el único puerto de España conectado en ancho europeo con Francia. Para 2016 estará conectado con Centroeuropa.
La conexión ferroviaria internacional de Cataluña es, junto con Madrid, la mejor de España. Se puede circular en AVE desde Barcelona a Paris, el tercer carril conecta con Francia para el tráfico de mercancías, y esta muy bien conectada con Madrid y otras estaciones autonómicas de AVE.
Su red de carreteras y autopistas es posiblemente la mejor de España, aunque muchas de ellas sean actualmente de peaje, algo que podría cambiar cuando la Generalitat dejase de mantener estas concesiones. Por el resto, sus conexiones son extraordinarias con España y con Francia.
Y Cataluña dispone de seis aeropuertos. El aeropuerto de Barcelona-El Prat actualmente es el segundo de España en el total de mercancías y personas y la puerta aérea en España para el comercio del Mediterráneo, Europa del Este, Oriente Medio y Asia. Se encuentra integrado en una plataforma logística única en toda Europa.
Esta descripción muestra que el agravio comparativo en la inversión de infraestructuras que aquejan los independentistas carece de sentido.
9. El ministro Wert ha producido una reforma educativa, LOMCE, que continua respetando al castellano como la lengua vehicular de la enseñanza en todo el Estado y las lenguas cooficiales lo son también en las respectivas comunidades de acuerdo con sus Estatutos y normativa aplicable. La proposición inicial que aparecía en el primer borrador, de garantizar en todas las etapas educativas que las lenguas cooficiales sean impartidas en "proporciones equilibradas en el número de horas lectivas", ha variado a una medida en que el Gobierno adelantará el pago de la escolarización privada de aquellos alumnos que no tengan garantizado el aprendizaje en castellano en los centros públicos o concertados de las comunidades con lengua cooficial, y se lo descontará a éstas de la financiación autonómica que les corresponda.
También la LOE establece que corresponde al Gobierno determinar los contenidos de las asignaturas troncales mientras las Administraciones educativas podrán «complementar los contenidos de las asignaturas troncales» y «establecer los contenidos de los bloques de asignaturas específicas y de libre configuración autonómica». Dentro de estas asignaturas troncales se encuentran materias sensibles al tema que nos concierne como Geografía e Historia, Lengua Castellana y Literatura o Primera Lengua Extranjera.
Un informe de la UE ya había avisado a España de las enormes divergencias de contenidos entre las diferentes CCAA, lo que ahora se ha intentado paliar con la LOMCE. La presión nacionalista ha impedido que el castellano se imparta en “proporciones equilibradas” como quería el ministro Wert, aún cuando la lengua vehicular del estado esta sufriendo una total discriminación desde la educación pública en algunas autonomías como Cataluña, que reduce su aprendizaje y uso a un par de horas semanales de las 26 del horario lectivo.
A pesar de la desafortunada frase del ministro de “españolizar a los niños catalanes”,
se observan connotaciones claramente xenófobas y manipuladoras en declaraciones de la consellera de ensenyament de Cataluña, Irene Rigau, que han pasado completamente desapercibidas. En 2011 expresaba que están “catalanizando el sistema educativo” dedicándose a “traspasar la tradición y generar la historia” para así hacer una escuela pública que “funde diferentes grupos étnicos en un solo pueblo”.
A día de hoy podríamos concluir que la discriminación y ataque que se observa es a la lengua castellana en Cataluña, y a los españoles fuera de territorio catalán. Hoy asistimos a la exclusión de los estudiantes y profesionales de toda España a las universidades catalanas y vascas, y a los puestos públicos de estas comunidades, por la imposibilidad normativa de acceder a ellos sin dominar la lengua cooficial, cuando la lengua vehicular para todo el estado sigue siendo el castellano.
La política nacionalista esta tratando de erradicar una realidad que existe en sus territorios desde el s. XV: el bilingüismo.
10. Todos los expertos independientes en economía coinciden en que, si bien Cataluña tiene potencial más que suficiente para ser viable como un país independiente, en estos momentos, su deuda se elevaría excesivamente y no es imaginable. La mayoría de ellos comparten la idea de que a medio y largo plazo no es buen negocio.
El exdirector de la Bolsa de Barcelona, José Luis Oller, miembro del Colegio de Economistas de Cataluña, recordaba que “a los 60.000 millones de la actual deuda de Cataluña, debería cargar también con unos 180.000 millones de la del Estado, además de otros 50.000 millones por el pago de los bienes «españoles» en Cataluña” (la transferencia de activos españoles que requiere la Generalitat). Un conjunto de 290.000 millones de deuda, el 145% de su PIB, un volumen insostenible.
El periódico Expansión publicaba recientemente que los 16.000 millones de euros con que cuenta la Generalitat ahorrándose el déficit fiscal con el Estado, “no es más que un espejismo en la época actual, donde apenas alcanza 800 millones (véase las últimas balanzas fiscales del Ministerio de Hacienda sobre 2012)”. El propio Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), es decir, la independencia, advierte de que el coste de una secesión no pactada, la única posible, supondría un coste mensual de entre 4.500 millones y 5.000 millones de euros”.
Y la Cámara de Comercio de Barcelona, ardua defensora de la viabilidad de Cataluña como Estado, publicaba recientemente que “una independencia de Cataluña no acordada con el resto de España y en un escenario de conflicto, implicaría una reducción del 50 por ciento del comercio bilateral, lo que según un informe de la Cámara de Comercio de Barcelona, supondría una caída del PIB catalán del 5,7 por ciento y del español del 1,4 por ciento”.
La realidad es que, como explicó Josef Ajram, experto en bolsa, a la televisión catalana 8TV, "nadie, a efectos de mercado, cree que algún día Cataluña pueda ser independiente".
11. Todo esto es algo que se sabe de sobra tanto en la Generalitat como en el Gobierno central, pero aún así están buscando la crispación de los ciudadanos con el proceso soberanista.
Es la misma crispación política que provocó el PP cuando se aprobó el Estatut de Cataluña, buscando firmas en toda España apelando “contra los catalanes”, y actuando con severa injusticia al no recurrir artículos y disposiciones semejantes que aparecían en los estatutos de otras CCAA como la andaluza o valenciana. Esto provocó un fuerte sentimiento de rencor en Cataluña, que junto con la crisis, ha sido usado por los políticos catalanes para poner a su pueblo contra el Estado y sus compatriotas españoles.
La estrategia soberanista en Cataluña no era nueva. El proyecto soberanista de la última década se ha dedicado a tergiversar la historia y a crear la nación catalana, con el ánimo de excluir al pueblo catalán del conjunto de España, usando una política de desprecio y ataque hacia el resto de españoles, fácilmente observable en eslóganes de los gobernadores catalanes como el “Espanya ens Roba” o la “Espanya subsidiaria”.
Esta política de crispación ha sido usada por ambos gobiernos, central y autonómico catalán, para desviar la atención de todos los ciudadanos sobre el mayor proceso de recortes vivido en democracia y aplicado por ambos gobiernos con su apoyo mutuo. Han aplicado una doctrina del shock,por meros intereses partidistas, que ahora puede tener consecuencias impredecibles en el pueblo catalán.
12. Aún a día de hoy, España sigue siendo un país bello, diverso y enriquecido por la pluralidad de sus ciudadanos y regiones. En 2013 ocupaba el puesto 14º en el mundo por PIB, el 13º por PIB per cápita, y es la 5º economía en Europa. A pesar de los postulados nacionalistas, y la mala concepción que todos los españoles tenemos de España, esta es uno de los países más descentralizados de la OCDE, con un sistema autonómico que está inspirando al Reino Unido en su futura relación con Escocia y resto de sus territorios. LaComisión de Expertos de la Carta en 2005, presentaba a España como un país precursor en Europa del amparo y fomento de las lenguas regionales, uno de los pocos países en el mundo que tienen normalizada la educación en sus lenguas regionales.
España es uno de los países más antiguos del mundo, y parte del mundo se le debe a España. No dejemos que unos políticos corruptos que han intoxicado este país, nos intoxiquen también a nosotros.
paraindependentistacatalan.blogspot.com.es
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