"Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no temas el resultado de cien batallas; si te conoces a ti mismo, pero no conoces al enemigo, por cada batalla ganada perderás otra; si no conoces al enemigo ni a ti mismo, perderás cada batalla."
El arte de la guerra Sun Tzu
He llegado a la conclusión de que el Gobierno Catalán en pleno se creen que Rajoy es tonto.
De nada sirve que sea una persona que establece unos objetivos a largo plazo y nada ni nadie puede desvíarle un milimetro, es previsible totalmente, pero a pesar de eso nadie sabe lo que piensa, no da pistas de sus acciones inmediatas.
Mariano Rajoy, sin grandes aspavientos , ha obtenido apoyo de todos los presidentes de países importantes y democráticos acerca de la cuestión catalana, departe habitualmente con Emmanuel Macron, Angela Merkel y Paolo Gentiloni y ha conseguido el apoyo incondicional del PSOE y Ciudadanos.
Varios meses después de que la manifestación de Barcelona contra los atentados en La Rambla y Cambrils pretendiese ser una humillación para Mariano Rajoy televisada a todo el planeta, las formaciones soberanistas se han saltado todas las normas legales ninguneando a la oposición y menospreciando los trámites legislativos han aprobado un referendum ilegal han presentado y aprobado en el Parlament la proposición y ley de transitoriedad fundacional de la república catalana.
Y Rajoy con un palmo de narices. Sin reaccionar, sin moverse, llevamos años de 'procés' y de anuncio catalán de que se hará un referéndum de autodeterminación. El Govern de la Generalitat ha dado un paso tras otro hacia el objetivo del 1 de octubre. Rajoy se ha limitado a llevar cada paso al Tribunal Constitucional sin haber abordado el más mínimo gesto político serio de tomar las riendas de esta deriva.
Los soberanistas catalanes creen haber visto que en Moncloa no hay un estadista, sino que su titular funciona mentalmente como un abogado que se limita a poner recurso a todo lo que pasa por su mesa. O a llevar ante los tribunales a sus adversarios, incapaz de maniobrar desde el inmenso poder que le da la presidencia del Ejecutivo español:
- 'No es que no quiera, no es que no le gustaría hacerlo, es que no sabe. Esa es nuestra fuerza',
Es lo que comentan en privado algunos soberanistas.
Por lo tanto cada vez dan pasos más atrevidos. Comprobaron hace mucho tiempo que Rajoy es la duda instalada en el poder. Creen haber visto que sus indecisiones no obedecen a un exceso de inteligencia, sino a todo lo contrario. Tal vez sea éste el error de los soberanistas, su soberbia y falta de humildad. Pero calculan al milímetro cada paso mientras ven que Rajoy aparentemente comete torpezas de bulto.
El pontevedrés tuvo la gran oportunidad de demostrar firmeza justo después de la matanza de Barcelona. Podía haber declarado Alerta 5 y desplegado el Ejército en Catalunya. No quiso. Pensó que una medida más prudente basada en reforzar la Alerta 4 sería suficiente, calmaría los ánimos, uniría a todos contra el terrorismo en la batalla común hacia una causa superior, acabar con el fanatismo yihadista. Fue un craso error de cálculo. Los independentistas le dieron la vuelta al atentado y lo convirtieron en un sentimiento popular contra la venta de armas a Arabia Saudita.
Si hemos llegado al actual grado de tensión es porque unos mesuran con precisión matemática cada movimiento y otro aparentemente van a merced de unos acontecimientos que son incapaces de prever. Ya lanzados, envalentonados Rajoy no da la talla. Estos últimos meses ha estado varias veces en Barcelona.
Puigdemont siente un sudor frío está deseando que lo pare alguien, en lugar de eso, se encuentra que lo ningunean a pesar de todos los desafíos, el tiene que llorar solo, su quincena de muertos, ya que optó utilizarlos en su huida 'Thelma y Louise' particular,
La grandeza de los gobernantes se ve en las circunstancias complejas. Si gobernase otro, se abrazaría a Carles Puigdemont y le daría la independencia, como en 1977 Adolfo Suárez tuvo el valor de abrazarse a Josep Tarradellas, que llegaba de más de 38 años de exilio y le regaló la Generalitat, pero no parece que gobierna un 'tonto' que no se da cuenta de las cosas.
Gobernar es transigir, pero sobre todo es saber mirar a los ojos al rival. La empatía es hija legítima de la inteligencia y hermana de la lucidez. La fuerza de los soberanistas catalanes es burlarse con habilidad maquiavélica del hieratismo hueco de Rajoy. Le ven como a un Goliat bobo.
Probablemente este es el error de la Generalitat, analizar así a Rajoy. Demasiado ego, poca cintura, menos mano izquierda y nula visión de la jugada. Es tan indiscutible e intocable su poder dentro del PP que si le torean a él hacen lo propio con todo el centro derecha español. Le toman por tonto y ahora blanden el resultado del pasado referéndum, cómo si fuese la Biblia, con Catalunya ahora sí ya convertida en foco de atención internacional de primer orden. Suspender la autonomía ahora generaría portadas en los dos hemisferios. Los soberansitas catalanes juegan con la ventaja de que creen saber que Rajoy tendría miedo a cruzar el Rubicón aunque su corriente sólo midiese un palmo.
Pero está demostrando que de tonto no tiene un pelo, lo máximo que se puede decir de él es que es gallego y actúa como tal. En un 'killer' político con su aguante y su paciencia ha vencido a todos sus adversarios, dentro y fuera de su partido. Los separatistas ahora se dan cuenta, lo están comprobando y por eso están tan nerviosos. Querían que les mandaran a las tropas (cosa que hizo la república) para hacerse las víctimas, pero ni siquiera eso va a hacer falta.
La estrategia de Rajoy no solo ha vencido a los soberanistas, ha destapado sus mentiras, los ha ridiculizado por décadas, hizo aflorar el sentimiento español de los catalanes y ahora los ha ido arrinconando de tal manera que ni siquiera tienen una pista de aterrizaje aceptable.
Además el odio furibundo creado contra el PP, hace emerger C's, Rajoy garantiza las elecciones españolas y obtiene un aliado para gobernar donde no saca ni el 5% de los escaños. No necesita el voto de los catalanes.
Ahora solo queda seguir con la manipulación y la perversión del lenguaje, que si presos políticos, estado represivo, pueblo oprimido, es un poco ridículo teniendo en cuenta que en cualquier momento se pueden convocar elecciones pero el Gobierno Catalán creo que por fin se ha dado cuenta que la inmensa mayoría de los ciudadanos a pesar del adoctrinamiento y recursos empleados, no somos tontos y ese si que es un gran error, en las últimas encuestas un 42% de catalanes ve bien la aplicación del artículo 155 y la suspensión temporal de Autonomía para corregir todos los abusos perpetrados durante estos 5 últimos años.
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