Mientras muchos independentistas de buena fe (que también los hay), observan como ningún país reconoce la independencia, que nos echarían de la UE automáticamente. Observan atónitos como los mismos que la han liado ahora pretenden presentarse otra vez a las elecciones. ¿Para qué?
También observan extrañados como muchos diputados del Congres, siguen asistiendo y cobrando del Congreso de los Diputados, es decir son diputados de dos países diferentes o están admitiendo tácitamente que uno de los dos países no existe. Nada de lo que se dijo se ha cumplido, ni siquiera por prurito personal.
Ahora y solo ahora el gobierno cesado admite que no disponían de masa social suficiente, hecho que pudieron constatar desde hace dos años y que era un secreto a voces.
Aunque de momento primen los sentimientos, los datos reales calarán entre los posibles votantes (1.965.000) según las últimas elecciones del año 2015, un exiguo 35% del censo total, a pesar de la manipulación de los hechos.
Quizás se debiera plantear que los que han fracasado en la consecución del 'proceso', admitan su fracaso dimitan y den paso a nuevos interlocutores.
La independencia de un país solo tiene dos vías:
- La negociación, ya se ha visto la voluntad de diálogo. Aunque hablar en nombre de todos con solo un 35% es un fraude.
- La fuerza, defensa de fronteras militarmente, para ello es necesario un ejército y no utilizar las mismas fuerzas armadas que dependen y son pagadas por el país del cuál te quieres independizar.
Pero nunca se ha dado con solo el 35% del censo, ni siquiera con el 50%, es un despropósito bastante evidente. La logística del movimiento independentista es perversa, desviar grandes cantidades del Govern para embajadas, fianzas, 'merchandising', subvencionar manifestaciones, flete de autocares, aviones, Observadores y periodistas a sueldo que van añadiendo artículos tendenciosos en prensa, televisión TV3 con 100 millones de pérdidas al servicio del régimen. Una organización perfecta y luego a plañidear, quejarse de recortes, de la pobreza energética, del hambre en el mundo, de los refugiados, de la cuál no tenían competencias y buscando un enemigo común, en este caso el estado, al que insulta y llama neofranquista para acto seguido poder afirmar que es represor.
Un plan muy bien definido pero pueril.
Han engañado a los catalanes, a sus votantes especialmente haciéndoles creer la viabilidad de un proceso que lo único que buscaba es un chantaje de cuanto peor, mejor para así forzar a que las partes, España y Europa para no perjudicar a los ciudadanos, transigieran en una hipotética independencia declarada unilateralmente.
La fiesta se ha acabado y el resultado ha sido estrepitoso, los bailes de cifras que eran un termómetro en el análisis de los asistentes a las manifestaciones multitudinarias, dónde están los 2 millones de manifestantes que se manifestaban cada 11 S, se han desmontado al aparecer otro grupo que se manifiesta en sentidos opuesto con los mismos o quizás mas integrantes y con voluntades totalmente diferentes, alimentando la fractura social pero llevando el conflicto entre catalanes y no entre Cataluña y España, han dejado de ser los únicos representantes catalanes.
Los independentistas catalanes son víctimas de una serie de engaños manifiestos:
- No será una región viable economicamente (se han ido las 2.665 empresas mas importantes a 22-11-17) y siguen saliendo.
- Se han perdido 2 oportunidades claras de desarrollo:
- Sede Centro Europeo del Medicamento. (890 eurofuncionarios de alto nivel y visitas anuales de 36.000 expertos), presupuesto de 322 millones de euros, representa unos 5.000 empleos indirectos.
- Mobile World Congress se está replanteando seguir a partir del 2019.
- Cataluña tiene una deuda de 77.000 millones de euros y las 3 agencias de calificación Moody's, S&P, Fitch, le dan el ratio Ba3 (Negativa) equivalente al bono basura, es decir sin posibilidades de financiarse externamente.
- El saldo de inversiones y nuevas empresas esta paralizado desde Octubre 2017.
- Pérdida de un 30% en Hostelería, comercio y venta de valores inmobiliarios.
- Reconocimiento de falta de estructuras (Artur Mas)
- Ostracismo a nivel europeo y mundial.
- Falta seriedad de los políticos, declarando y suspendiendo la República varias veces, votando en secreto, huyendo a Bruselas
- Confirmación de que la famosa Declaración de República era 'simbólica' (no creo que los votantes se conformen con eso), máxime cuando algunos perderán su trabajo o serán multados por la ridícula huelga-boicot, que pretendiendo parar la región, solo crearon mas indignación.
- A corto plazo entre 50.000 y 100.000 catalanes perderán su trabajo o no podrán optar a uno, como consecuencia de la pérdida de 3 décimas de PIB y el bajón en el consumo.
Ante todos estos hechos un gobernante serio, dimitiría, no solo por no haber cumplido el mandato electoral.
Han mentido y las cosas han sido totalmente diferentes a sus afirmaciones. Supongo que suena la típica frase:
-¡No, ya verás como eso no pasa!
-¡La política del miedo!
Traer la pobreza y la frustración a la región mas próspera de Europa ,luego desentenderse, saltarse las leyes, no respetar las minorías en el Parlament, declarar y suspender y volver a declarar y ahora después de lanzar a los ciudadanos a huelgas, paros de país que nadie cumple, cuando tienen que dar parte de sus hechos ante la justicia, renegar de sus propias convicciones y admitir que estamos en una República 'simbólica', achacar todos los males y empresas huidas al estado español, afirmar que ahora en el colmo de la desfachatez, deshacen y se desdicen de todo (cómo si hubieran hecho algo) porque el ejército va a entrar a sangre y fuego y pretender otra vez ser candidatos sin dimitir es insólito y me lleva a esta triste conclusión:
-"Si así son los pastores, cómo serán los borregos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Tienes algo que añadir?