viernes, 24 de noviembre de 2017

Enamorados del Secesionismo

Breve historia de unas siglas. 

"JxCat Puedes echar a los corruptos
 a los incompetentes o dejarlo todo igual 
cambiar el nombre, igual hay suerte
 y los votantes no se enteran"


- Antes eran CiU, pero se fue Unió... y tenían a Pujol y su plebe.
- Pasaron a ser CDC a secas...
- Pero luego se juntaron con ERC para ser JxSI
- Luego se cambiaron el nombre a Partido Demócrata de Catalunya PDCAT
- Ahora se lo volvieron a cambiar por Junts per Catalunya, JxCat

Últimas encuestas de intención de voto en Noviembre 2017

Deja a CiU, CDC, PDdeCAT a la altura del PP, lo nunca visto. 
serían sus peores resultados históricos, varios 'consellers' dicen que están cagaos. 
Puigdemont avisa en Bélgica que solo quiere a tíos con dos cullóns como él, así que a purgar. 
Desde Bruselas todos pegan rajadas en twitter, nada de economía. 
Se impone el estilo literario de Rufían, Franco el dictador ha tomado de nuevo las calles, ha vuelto para quedarse, aunque nadie lo ve, se instaura la creencia colectiva de que hay un ejército escondido, dispuesto a saltar a la calle en cualquier momento y destrozar todo lo que se ha creado durante estos cuarenta años a pesar de la evidente represión.
Cárceles, torturas, masacres, con un poco de suerte alguna víctima en un altercado de esos que no paran de provocar, se paralizan  trenes y carreteras a ver que pasa, pero no hay suerte, aguantan horas y ese ejercito maldito no responde, se vuelve contra ellos y los ciudadanos montan en cólera por ser usados como rehenes, a la gente no independentista no le gusta ser manipulada, se les está viendo el plumero, están con el culo al aire, definitivo ya no habrá mas paralizacion de país.

Ahora después del 27-O en que la declaración de la República fue aprobada en el Parlamento de Cataluña por la mayoría independentista con los escasos 70 votos a favor sobre 135, se declara en las escaleras dentro del Palau, delante de unos alcaldes blandiendo sus varas, con solemnidad pero bajando la voz, no en el balcón, dónde unos miles esperaban dispuestos a morir de alegría, no se arría la 'rojigualda', ni se coloca la bandera republicana en el Palau, por algún extraño motivo se evita la ostentación.
Ahora se trata de inventar escenarios, informes secretos y masacres anunciadas que justifiquen huidas secretas a Bruselas y la no declaración efectiva de independencia.
¿A que han estado jugando estos años entonces?

Puigdemont desde un país no muy lejano ha dejado de ser categórico con la 'Declaración Unilateral de Independencia', ahora dice que hay otros encajes, otras soluciones son posibles, ahora que todo ha ido mal, es totalmente prescindible, lo nota aunque el aún se proclame President, de una república inexistente, ayudando con sus entrevistas en varios idiomas a llenar parrillas televisivas, como curiosidad, pero sin ninguna transcendencia a nivel de instituciones políticas europeas, como Tom Hanks atrapado en el aeropuerto en la película 'Terminal'.


Juegos de Palabras

PDdeCAT y ahora JxCat se va a terminar rompiendo mas todavía, antes de las próximas elecciones, algunos próximos al DUI, otros lo descartan, la unilateralidad de la que acaba de apearse ERC, pero sin renunciar a ella en próximos capítulos, se concurrirá a las elecciones autonómicas como si nada hubiera pasado, JxCat, con el correctivo de tal magnitud, que no tendrán claro si vale la pena apoyar a ERC.
Con lo cual... adiós mayoría parlamentaria independentista, ERC formará gobierno con pactos puntuales y a duras penas.
Como no tendrán fuerza para hacer un referéndum empezarán a negociar con Madrid necesitan mas fondos para el siguiente ataque.
Recuperar el control económico ya muy deteriorado por una gestión fatal, tendrán que rehacer toda su estructura de embajadas, subvenciones a medios afines, compra de noticias con los ojos del estado en la espalda, se ha quebrado la confianza institucional.
Es como una serie televisiva en la que van repitiendo los capítulos, una y otra vez y ahora retrocedemos varias temporadas.

Pero lo relevante es que el antiguo PDdeCAT, está al borde la desaparición como partido relevante. Exactamente lo mismo que pasó con Unió, aunque sobrevive este nuevo engendro PxCat.

El argumento del 1 de octubre de 2017 era el amor, la revolución de las sonrisas. En un ejercicio de traición y cinismo, dominando las redes sociales y manipulando la información con los recursos de todo el estado, algunos se quedarán con las cargas policiales y las urnas arrancadas, las frías cárceles, el duro exilio y los cinturones negros del víctimismo, aprovecharán la legítima y necesaria violencia del Estado para invertir la energía del golpe y presentar al defensor de la ley como al allanador de su morada, sin dejar de ejercer un ápice de violencia propia. 
Como una llave de judo en la que se emplea la fuerza del rival 
para hacerle perder el equilibrio a la democracia le parecerá el abrazo de un amante, y de eso se trata.
Nos han advertido que el fin del mundo no se consumará con una explosión, sino con un gemido. 
De igual modo, la democracia mediática de la posmodernidad 
no muere bajo los porrazos de la policía, sino por un beso filmado a tiempo. 

El pueblo es muy enamoradizo y poco fiel: 

Se va con cualquier descarado que sepa cortejar su vulnerable autoestima. Y ese beso fundacional termina siempre posándose sobre la mejilla de un caudillo oportuno y cachondo, con esa forma de hablar -ese cinematográfico relato- tan irresistible que nos persuade del divorcio con la democracia liberal, ese marido estable pero aburrido con el que la masa ya no siente placer. 

Esto es lo que está pasando, una vez más, en una pequeña parte de un continente que ha proyectado la misma puta película cientos de veces, interpretada por actores diferentes, explotada lucrativamente por remakes que nunca acaban de escarmentarnos, porque cada día nacen nuevas generaciones que desconocen el final.

El pueblo no sólo ama al aventurero que le promete emociones. 

Solo hay que ver los Braveheart's catalanes, dirigiéndose pomposamente al juzgado, mirando de reojo a la plebe agradecida por el sacrificio, girándose lentamente y mostrando a las masas una mano en el corazón y con la otra los cuatro dedos extendidos, (aludiendo a los cuatro dedos ensangrentados de Wifredo sobre el escudo dorado), como si en lugar de hablar con un juez, fueran a una muerte cierta.


 
El pueblo sobre todo, se ama a sí mismo. El 1 de octubre marca el punto en que la exhibición de los autolametazos a la llaga catalana
-las venas abiertas del masoquismo- perdió definitivamente el pudor. 
La jornada quedó resumida para la posteridad antes del mediodía, 
cuando salió Oriol Junqueras de votar clandestinamente y un ciudadano enamorado, excitado por el momento, atiborrado de historicidad consciente, se acercó al todavía vicepresidente de la Generalitat, arrimó la jeta sonriente al rostro circunspecto de don Oriol y logró la foto que llameará desde el aparador, faltan las armaduras y la espada imaginaria, que le permitió votar ilegalmente y defenderse de la policía que nunca llegó, la madre de todas las fotos que campean sobre las cómodas de Cataluña, el 'Tiananmen' independiente de tu casa, misión cumplida. 

Vivimos en una sociedad donde la competencia verbal ha caducado, donde el razonamiento intelectual es contemplado con sospecha y donde el sentido jurídico exigiría el sacrificio de una generación entera de políticos antes de poder encontrar interlocutores aptos, en una sociedad así la imagen usurpa todas las fuentes de legitimidad, pero no cualquier imagen.

Una imagen que sea romántica por favor. 

El separatismo siempre se concentró en su obtención, en su producción industrial: 
¿Para qué crear ejércitos si podemos adoctrinar familias? 
La actividad, la lucha, lo es todo, la victoria no es nada. El fracaso es más noble que el éxito. La autoinmolación y no la validez de la causa en sí misma, es lo importante, porque lo que santifica dicha causa es el sacrificio hecho por su bien, y no alguna propiedad intrínseca que esta pueda tener, estos son los síntomas de la actitud romántica. 
Lo que quiere decir Isaiah Berlin es que la victoria del Estado 
ya no garantiza que el orden constitucional sea repuesto en Cataluña. El poder hoy lo ostentan las víctimas, se quejen de lo que se quejen, con razón o sin ella, llora, y conquistarás el mundo. 
Aunque el mayor Trapero deba sentarse ante el juez, que debe hacerlo y aunque los policías y guardias civiles se multipliquen para paliar su traición, el victimismo habrá alcanzado hoy su clímax programático, el orgasmo pasivo-agresivo que atraiga a las voluntades poco estructuradas a la gran orgía de la rebelión. 

Complejos y cobardías 

Incomparecencias, chalaneos y cobardías que pesan en la conciencia de los sucesivos inquilinos de La Moncloa desde 1978. 
¿Hará falta recordar que, si al término de toda la aplicación del artículo 155 la imagen del Estado no es la del orden restablecido sino la de la ley burlada, Mariano Rajoy debe dimitir?

No así por todas las premisas falsas, la no salida de la UE, 
los perjuicios económicos, empresas que huyen despavoridas,
inversiones que no llegan, pérdida de sedes europeas, recesión  dentro de un país con un crecimiento de los mejores de Europa, ostracismo internacional, caída brutal del turismo, caída del consumo, el paro que se avecina, los boicots de productos catalanes, la fractura social.
¿No merece alguna dimisión? ¿Alguna explicación quizás?

Esperamos pero la respuesta es no, que los mismos dirigentes vuelvan a repetir el espectáculo, en un bucle infinito, porque cuanto mas desgraciados, mas oprimidos.... es mejor, mas épico. 

Separatistas a lo que ustedes aspiran, como revolucionarios, es a un amo. Lo tendrán, desde luego ese no va a ser tan contemplativo como Rajoy. Solo hay que fijarse en otros países que han pasado por lo mismo, se me ocurren dos o tres Cuba, Bolivia y Venezuela.

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